Los principales tratamientos de reproducción asistida: opciones, procesos y alcances
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La reproducción asistida ha brindado esperanza a millones de personas en todo el mundo que enfrentan dificultades para concebir. Gracias a los avances médicos y científicos, hoy en día existen diversas técnicas que ayudan a superar obstáculos como la infertilidad, los problemas genéticos y otras barreras biológicas. Cada tratamiento responde a necesidades específicas, y su elección depende tanto de factores médicos como de las circunstancias personales de quienes buscan formar una familia.

En este artículo, exploraremos los principales tratamientos de reproducción asistida, explicando sus características, procesos y las condiciones para las que suelen recomendarse.

1. Inducción de la ovulación

La inducción de la ovulación es uno de los tratamientos más sencillos y suele ser el primer paso para muchas mujeres con problemas para ovular. Este tratamiento consiste en la administración de medicamentos hormonales para estimular los ovarios y lograr que liberen óvulos de manera regular.

¿Para quién está indicado?
La inducción de la ovulación se recomienda para mujeres que tienen ciclos menstruales irregulares o que no ovulan, lo que dificulta la concepción natural. También se usa en casos de síndrome de ovario poliquístico (SOP) y otras condiciones hormonales que interfieren en el proceso ovulatorio.

¿Cómo funciona?
Los medicamentos más comunes para este tratamiento son el citrato de clomifeno y las gonadotropinas. Ambos medicamentos estimulan la producción de óvulos, aumentando las probabilidades de que se produzca la fecundación durante el ciclo.

Ventajas y limitaciones
La inducción de la ovulación es menos invasiva y más asequible que otros tratamientos de reproducción asistida. Sin embargo, su efectividad depende de la respuesta de los ovarios y la calidad de los óvulos liberados. En algunos casos, el tratamiento puede provocar embarazos múltiples.

2. Inseminación intrauterina (IIU)

La inseminación intrauterina (IIU), también conocida como inseminación artificial, es un tratamiento de baja complejidad que consiste en colocar el semen (previamente preparado en laboratorio) directamente en el útero de la mujer durante su período de ovulación. El objetivo es acercar los espermatozoides al óvulo, facilitando el proceso de fecundación.

¿Para quién está indicado?
Este tratamiento se recomienda para parejas que enfrentan problemas leves de infertilidad masculina, como baja movilidad o cantidad de espermatozoides. También es útil en mujeres con problemas cervicales, endometriosis leve, o para parejas del mismo sexo y mujeres solteras que usan donantes de semen.

¿Cómo funciona?
El proceso incluye la estimulación ovárica mediante medicamentos hormonales, seguida de la inseminación, que se realiza en el momento adecuado del ciclo menstrual. El semen se introduce en el útero con un catéter especial, mejorando las posibilidades de que los espermatozoides lleguen al óvulo.

Ventajas y limitaciones
La IIU es menos invasiva que otras técnicas de reproducción asistida y tiene un costo relativamente bajo. No obstante, su tasa de éxito es modesta (alrededor del 15 % al 20 % por ciclo) y puede requerir múltiples intentos.

3. Fecundación in vitro (FIV)

La fecundación in vitro (FIV) es uno de los tratamientos más conocidos y efectivos dentro de la reproducción asistida. Consiste en fecundar un óvulo con un espermatozoide fuera del cuerpo de la mujer, en un laboratorio, y luego transferir el embrión resultante al útero.

¿Para quién está indicado?
La FIV se recomienda en casos de infertilidad severa, como bloqueo de las trompas de Falopio, endometriosis avanzada, problemas graves de infertilidad masculina, o cuando otros tratamientos más simples han fallado. También es una opción en casos de infertilidad sin causa aparente.

¿Cómo funciona?
El tratamiento incluye varias fases:

  1. Estimulación ovárica controlada, mediante hormonas que inducen la producción de múltiples óvulos.
  2. Punción folicular, para extraer los óvulos mediante un procedimiento quirúrgico.
  3. Fecundación en laboratorio, donde los óvulos se combinan con espermatozoides para generar embriones.
  4. Transferencia embrionaria, en la que se seleccionan los embriones de mejor calidad para ser implantados en el útero.

Ventajas y limitaciones
La FIV tiene una tasa de éxito superior a otros tratamientos, especialmente en casos de infertilidad severa. Sin embargo, es un procedimiento invasivo, costoso y puede conllevar riesgos como el síndrome de hiperestimulación ovárica o embarazos múltiples.

4. Inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI)

La inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) es una técnica avanzada que se utiliza como parte de la FIV, pero con una diferencia importante: en lugar de esperar que los espermatozoides fecunden el óvulo de manera natural en el laboratorio, un solo espermatozoide se inyecta directamente en el óvulo.

¿Para quién está indicado?
El ICSI se utiliza principalmente en casos de infertilidad masculina severa, como una baja cantidad de espermatozoides, espermatozoides de mala calidad o problemas con la movilidad. También es útil cuando hay fallos repetidos en la FIV convencional.

¿Cómo funciona?
Una vez obtenidos los óvulos mediante la punción folicular (como en la FIV), los embriólogos seleccionan un espermatozoide y lo inyectan directamente en el óvulo mediante una micropipeta. El embrión resultante se transfiere luego al útero de la misma manera que en la FIV.

Ventajas y limitaciones
El ICSI ha revolucionado el tratamiento de la infertilidad masculina, con altas tasas de fecundación. Sin embargo, al ser un procedimiento más complejo, su costo es mayor que la FIV convencional.

5. Donación de óvulos y esperma

Cuando la calidad de los óvulos o espermatozoides de una pareja es insuficiente para lograr un embarazo, la donación de gametos (óvulos o esperma) es una opción viable. Tanto los óvulos como el esperma pueden provenir de donantes anónimos o conocidos, y se utilizan en tratamientos de FIV.

¿Para quién está indicado?
Este tratamiento está indicado para mujeres que no pueden producir óvulos viables, ya sea por la edad o por condiciones médicas, y para hombres que no producen espermatozoides funcionales. También es una opción común para parejas del mismo sexo o personas solteras.

¿Cómo funciona?
La FIV se realiza utilizando los gametos donados, y el embrión resultante se transfiere al útero de la mujer. Los donantes de óvulos o esperma se someten a estrictos controles médicos y genéticos para asegurar la viabilidad de los gametos.

Ventajas y limitaciones
La donación de óvulos y esperma ofrece una solución efectiva cuando el material genético de la pareja no es viable. No obstante, puede plantear cuestiones emocionales y éticas para algunas parejas.

6. Gestación subrogada

La gestación subrogada es un proceso en el que una mujer gesta un embrión para otra persona o pareja. Existen dos tipos de subrogación: la tradicional, en la que la madre subrogada utiliza su propio óvulo, y la gestacional, en la que el embrión proviene de los gametos de los padres intencionales o de donantes.

¿Para quién está indicado?
La subrogación es ideal para mujeres que no pueden gestar un embarazo debido a problemas de salud, como malformaciones uterinas, o para parejas del mismo sexo que desean tener hijos biológicos.

Ventajas y limitaciones
Es una opción invaluable para quienes no pueden gestar, pero está rodeada de desafíos legales y éticos en muchos países.

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