La importancia de la reserva ovárica y la capacitación espermática en los tratamientos de reproducción asistida
Reserva ovárica y Capacitación espermática. Foto: EnfoqueNoticias.es

En el ámbito de la reproducción asistida, hay factores esenciales que determinan el éxito de los tratamientos, y dos de los más relevantes son la reserva ovárica en las mujeres y la calidad espermática en los hombres. Ambos factores no solo influyen en la posibilidad de concebir, sino también en la salud y desarrollo del embrión. Sin embargo, a menudo las parejas que buscan tratamientos de fertilidad no son conscientes de la importancia de realizar pruebas específicas para evaluar estos aspectos con profundidad, como el análisis de la fragmentación del ADN espermático, tanto de cadena simple como de cadena doble.

Este artículo aborda la importancia de estos factores y la necesidad de realizar exámenes completos más allá del seminograma tradicional.

La reserva ovárica: una clave para el éxito reproductivo

La reserva ovárica se refiere a la cantidad y calidad de óvulos que una mujer tiene disponibles para la fecundación. A medida que las mujeres envejecen, la cantidad de óvulos disminuye de manera natural, pero no es solo la cantidad lo que importa: la calidad también se deteriora, lo que puede dificultar no solo la concepción, sino también la capacidad de llevar a término un embarazo saludable.

¿Por qué es importante conocer la reserva ovárica?
La reserva ovárica es uno de los principales indicadores del éxito en los tratamientos de reproducción asistida como la fertilización in vitro (FIV). Si la reserva es baja, la respuesta a los tratamientos de estimulación ovárica será limitada, reduciendo el número de óvulos recuperados para ser fecundados.

La prueba más utilizada para evaluar la reserva ovárica es la hormona antimülleriana (AMH), que proporciona una estimación aproximada del número de óvulos disponibles en los ovarios. También se puede realizar un recuento de folículos antrales mediante una ecografía transvaginal para medir la cantidad de folículos presentes en los ovarios en el momento del examen.

La calidad de los óvulos también es esencial. Incluso si una mujer tiene una reserva ovárica aceptable, si los óvulos tienen alteraciones cromosómicas o no son de buena calidad, las posibilidades de fecundación y el desarrollo embrionario se ven significativamente comprometidos.

La capacitación espermática: más allá del seminograma

Al hablar de infertilidad masculina, muchas veces se subestima la importancia de realizar estudios detallados sobre la calidad espermática. El seminograma o espermiograma es el análisis inicial más común para evaluar el semen y ofrece datos sobre la cantidad, motilidad y morfología de los espermatozoides. Sin embargo, este examen no revela toda la información necesaria para determinar la capacidad fecundante real del esperma.

¿Qué es la fragmentación del ADN espermático y por qué es crucial?

Uno de los factores más críticos para evaluar la verdadera calidad del esperma es la fragmentación del ADN espermático, especialmente cuando hablamos de fragmentación de cadena doble y simple. El ADN fragmentado en los espermatozoides puede tener un impacto negativo tanto en la fecundación como en el desarrollo embrionario, incluso en tratamientos avanzados como la FIV o la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI).

  • La fragmentación de cadena simple se refiere a rupturas menores del ADN que, en muchos casos, pueden ser reparadas por los mecanismos naturales del óvulo después de la fecundación.
  • La fragmentación de cadena doble, en cambio, es más grave y está relacionada con problemas importantes en la viabilidad del embrión. Este tipo de daño es difícil de reparar y puede llevar a fallos en la implantación, abortos espontáneos recurrentes o dificultades para que el embrión se desarrolle correctamente.

Es importante destacar que, a menudo, hombres con un seminograma aparentemente normal pueden tener un porcentaje elevado de fragmentación del ADN espermático, lo que explica por qué algunas parejas no logran el embarazo a pesar de que, en teoría, todo parece estar bien.

Pruebas avanzadas: más allá del seminograma

El seminograma, aunque útil para una primera evaluación, no es suficiente para obtener una visión completa de la calidad espermática. Es esencial complementar este análisis con una prueba de fragmentación del ADN espermático. Estas pruebas permiten detectar daños en el material genético del espermatozoide y proporcionan una mejor idea de las probabilidades de éxito en los tratamientos de reproducción asistida.

Existen varias técnicas para evaluar la fragmentación del ADN espermático, como el TUNEL assay (evaluación de fragmentación por fluorescencia) o el SCSA (ensayo de estructura de la cromatina espermática). Estas pruebas son recomendadas especialmente en los siguientes casos:

  • Hombres con fallos previos en tratamientos de reproducción asistida.
  • Abortos espontáneos recurrentes en la pareja.
  • Seminogramas normales, pero con problemas inexplicables de fertilidad.
  • Edad avanzada del hombre.
  • Hombres expuestos a factores de riesgo, como estrés oxidativo, tabaquismo, contaminación ambiental o dietas inadecuadas.

¿Por qué es fundamental informarse bien?

Una de las mayores preocupaciones en las parejas que buscan tratamiento de reproducción asistida es la falta de información o la evaluación insuficiente de todos los factores que afectan la fertilidad. Muchas veces, el diagnóstico inicial se basa solo en un seminograma y una ecografía ovárica, lo que puede llevar a decisiones precipitadas y costosas sin conocer el cuadro completo.

Es crucial que las parejas se informen adecuadamente sobre las pruebas disponibles y las tecnologías que pueden mejorar las tasas de éxito. Conocer la reserva ovárica y realizar un estudio detallado de la fragmentación del ADN espermático son pasos clave para garantizar que se tomen las mejores decisiones en el tratamiento. Solo así se podrá ofrecer un enfoque personalizado y preciso que maximice las probabilidades de concepción.

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