El Lago de la Casa de Campo es uno de los rincones más queridos y emblemáticos de Madrid. Ubicado en pleno parque de la Casa de Campo, este lago artificial es el centro de diversas actividades recreativas y un lugar donde locales y visitantes encuentran un respiro de la vida urbana. Con su extensión de agua, áreas verdes y una oferta de ocio que incluye desde paseos en barca hasta terrazas con vistas, el lago es un punto de encuentro y de relajación que, a lo largo de los años, se ha consolidado como un espacio fundamental para disfrutar del aire libre en la capital española.
Historia del lago de la Casa de Campo
El lago de la Casa de Campo no es un lago natural, sino que fue construido en el siglo XIX. Su origen se remonta a la época en que la Casa de Campo todavía pertenecía a la monarquía española. Durante siglos, esta vasta extensión de terreno había sido utilizada como coto de caza y lugar de recreo privado para la realeza. Sin embargo, en 1931, la Casa de Campo fue cedida al Ayuntamiento de Madrid y se transformó en un espacio público abierto a todos los ciudadanos.
El lago, como parte de la nueva planificación del parque, se ideó para ofrecer un lugar de recreo y actividades acuáticas a los madrileños, quienes por primera vez podían disfrutar de este espacio natural. Desde entonces, el lago ha sido objeto de varias remodelaciones y restauraciones, siendo la última gran renovación en el año 2018, cuando se realizaron mejoras para conservar la calidad del agua y se habilitaron nuevas instalaciones para facilitar el acceso de los visitantes.
Un espacio clave en la Casa de Campo
La Casa de Campo es el parque más grande de Madrid y el principal pulmón verde de la ciudad. Con sus más de 1.700 hectáreas de extensión, ofrece una gran diversidad de ambientes naturales y zonas de ocio. En sus bosques y prados, se pueden encontrar una rica variedad de flora y fauna autóctona, desde encinas y fresnos hasta una fauna compuesta por aves como halcones y gorriones, que sobrevuelan el parque. Además de su valor ecológico, la Casa de Campo alberga importantes instalaciones recreativas como el Parque de Atracciones, el Zoo Aquarium y el teleférico de Madrid, que conecta el parque con el centro de la ciudad, en el Paseo del Pintor Rosales.
Dentro de este vasto espacio natural, el lago de la Casa de Campo se destaca como una de las áreas más atractivas y visitadas. Rodeado de vegetación y con una vista panorámica que incluye el skyline de Madrid, el lago es un lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad, hacer deporte o simplemente sentarse a contemplar el paisaje. Su ubicación y sus instalaciones lo convierten en un punto central para el disfrute de quienes buscan un espacio de naturaleza sin alejarse del centro de la ciudad.
Paseos en barca y actividades acuáticas
Uno de los principales atractivos del lago son los paseos en barca. Desde hace décadas, el alquiler de barcas es una actividad clásica que atrae a personas de todas las edades. Navegar en las tranquilas aguas del lago es una experiencia que invita a la relajación y permite disfrutar de una perspectiva única de la Casa de Campo. Las barcas, disponibles para alquiler por horas, se han convertido en una opción popular entre familias, amigos y parejas que desean experimentar el lago de una manera más cercana.
Alquiler de barcas
De lunes a viernes el precio es de 6€ (reducción del 70% de lunes a viernes hasta las 14:00 siempre que una de las personas sea mayor de 65 años). Los sábados, domingos y festivos cuesta 8€. Entran 4 personas máximo por barca y la actividad dura 45 minutos.
En los últimos años, se han introducido nuevas opciones para aquellos que buscan actividades diferentes en el agua, como el remo en tablas de paddle surf, un deporte que combina equilibrio y ejercicio en un entorno natural. Estas actividades están pensadas para quienes desean disfrutar del lago desde una perspectiva dinámica y activa, y han sido bien recibidas tanto por madrileños como por turistas.
Terrazas y restaurantes con vistas al lago
Otro atractivo destacado del Lago de la Casa de Campo son sus terrazas y restaurantes, ubicados estratégicamente para ofrecer vistas excepcionales de las aguas y del entorno verde que lo rodea. A lo largo de la ribera del lago, varios establecimientos ofrecen una variada oferta gastronómica, desde tapas típicas españolas hasta platos más elaborados, ideales para degustar en un entorno al aire libre. Estos espacios se llenan especialmente durante la primavera y el verano, cuando el clima de Madrid invita a disfrutar de una comida o bebida en un ambiente relajado y rodeado de naturaleza.
Las terrazas son también un lugar ideal para observar el atardecer, un espectáculo que atrae a numerosos visitantes al final de la tarde. La combinación de la luz dorada sobre el lago y la silueta de los árboles crea una escena pintoresca, perfecta para capturar en fotos y disfrutar de una experiencia tranquila en medio de la naturaleza.
Un espacio de recreo y deporte al aire libre
El lago y sus alrededores son, además, un espacio perfecto para la práctica de deportes al aire libre. Alrededor del lago se extiende un circuito de caminos y senderos que son ideales para el running, el ciclismo y el senderismo. Este circuito es especialmente popular entre los corredores y ciclistas, que encuentran en el parque un lugar amplio y seguro para entrenar o simplemente disfrutar de un paseo. Además, a menudo se organizan clases de yoga y otras actividades al aire libre en las áreas verdes cercanas al lago, lo que permite aprovechar al máximo la naturaleza en un entorno saludable.
El ambiente del lago es variado, y durante los fines de semana es común ver a familias, grupos de amigos, parejas y deportistas compartiendo el espacio. El entorno invita tanto a la tranquilidad como a la actividad, con espacios preparados para cada tipo de visitante.
Cómo llegar
Llegar al Lago de la Casa de Campo es sencillo gracias a la buena conexión del parque con el transporte público de Madrid. La línea 10 del metro, con la estación «Lago», facilita el acceso directo al área del lago. También es posible llegar en autobús o en coche, con zonas de aparcamiento cercanas.